Jesse Fox es una investigadora de la Universidad de Stanford que ha    publicado un estudio en el que afirma que así es. Las personas que    participaron en este estudio actuaron según sus experiencias en un mundo    virtual en aspectos como deporte, alimentación y percepción social.
En el experimento se utilizó un casco con  pantallas  que los llevaba  hasta una habitación virtual en la que un  avatar  realizaba distintas  acciones. En la primera prueba se mostraba  un  avatar haciendo ejercicio.  Algunos de ellos vieron que el avatar  tenía  su rostro, que había sido  fotografiado previamente e incorporado  al  avatar.
Los participantes tendieron a imitar las acciones que realizaban los    avatares cuando éstos tenían su mismo rostro. Los experimentadores    llamaron al día siguiente a los participantes y comprobaron que habían    hecho ejercicio en mayor proporción los que habían visto su propio    rostro.
Los resultados fueron similares cuando vieron un avatar adelgazando    mientras corría y al comer zanahorias, o engordando comiendo caramelos,    aunque éste último experimento comenta que afectó menos a las  mujeres,   que se opusieron más a imitar el comportamiento.
La investigadora concluye que el factor desencadenante es la visión    del propio rostro en el avatar y que estos avatares pueden motivar un    comportamiento saludable, por ejemplo en un tratamiento de pérdida de    peso mostrando el progreso con un avatar que adelgaza.
En otro estudio, Fox investigó la influencia de los avatares en    actitudes y puntos de vista hacia las mujeres. Mostrando a los    participantes dos tipos de avatares diferentes, unos vieron una mujer    vestida atrevidamente y otros una mujer vestida sobriamente. Además la    primera mostraba una actitud dominante mirando al participante y la  otra   una actitud sumisa mirando al suelo.
Tanto los participantes masculinos como los femeninos aceptaron en un    cuestionario posterior que las mujeres vestidas atrevidamente no   debían  vestir así o salir solas de noche porque podían provocar ser   violadas, y  otras afirmaciones como que las mujeres buscan ganar poder   sobre los  hombres y que las mujeres se ofenden fácilmente. Esto  ocurrió  aunque la  mujer llevara el rostro de la participante.
Fox comenta que si esta opinión se produce con sólo cinco minutos de    exposición, hay que pensar cuáles son los efectos de los videojuegos  de   larga duración e interacción, poniendo como ejemplo Grand Theft  Auto   donde las mujeres son normalmente víctimas de violencia.
Por otro lado esta técnica podría servir para ayudar a las mujeres a    adelgazar o engordar si se ven a sí misma en un avatar sano en un    entorno donde reciba aprobación y aceptación. via metaverso 
 
